Es como un loop en mi cabeza, con ritmo propio, días que traen horas, días tan iguales a otros, y a la vez tan distintos, días que son pura vida,de tanto en cuanto se manifiestan con una intensidad inesperada.
Hoy, primer día de primavera del 2013, en Zaragoza, la mala leche
climática del último mes ha permitido un
rayo de sol que ha estimulado al personal.
( Como dice la sabiduría popular si el invierno es suave,
prepárate para la primavera, y aquí, en Zaragoza el tiempo es rigurosamente
cierto, es orgullo local que aguantar las inclemencias de la ciudad te permitirían
vivir en cualquier sitio del mundo.)
Uno, sureño, lo ha notado, o habrá sido la vuelta al arcalion200,
y me he desayunado con un recuerdo de los viejos partes de clase (en los
institutos de bachillerato de los años ochenta era costumbre la existencia de
un papel donde cada profesor firmaba la clase y anotaba incidencias, al tiempo
los robos de dichos informes, algo que debería haber sido sagrado, fueron retirados, por no enfrentar el problema de tanta realidad; bien, mientras duraron yo tomé
la costumbre de firmar aludiendo a la primavera en la fecha de hoy). Esas memorias
me llevaron un rato por esos recovecos.
Stop motion, el día asombroso siguió creciendo en acciones,
encuentros, emociones, pero faltaban mas curvas del pasado: un autobús de un colegio descargaba alumnado
tras la jornada, otro viaje, a los autobuses que este mismo que soy yo pero en
el tiempo de cuando entonces utilizaba, aún casi entrevisto en el asiento
diecisiete iba mi pasado.
Ya con el depósito en rojo me lanzo a una última paletada, y
al recuerdo de la crisis me llegó Surpertramp y el Chato Goizueta, con su
vitalidad de Led Zeppelin y los Rollings: no sabe él la simiente que puso.
Por eso días tan iguales a otros se escapan entre las
rendijas del alma y nos bendicen, los ángeles marcando el camino.