Tiempo en Zaragoza

martes, 25 de diciembre de 2007

Hacia los confines del mundo















Entiendo el placer onanista como el mejor del que disponemos: porque quizá nosotros mismos en nuestra mismidad somos capaces de casi entendernos.

Extiendo este placer a muchos campos de la vida; desde luego que no exclusivamente al sexual, pues ahí podríamos hasta entrar en discusión. Y uno de los mayores placeres solitarios es el de la lectura, algo que habitualmente realizamos solos y cuyo gusto es difícil de transmitir: podemos recomendar una lectura, o incluso leerle un pasaje a alguien, pero la lectura es reflexiva, y nos transporta en silencio a los hechos que leemos, o a los pensamientos o sensaciones. Muy recomendable, recomiendo,siempre que tengo oportunidad leer a todos , jóvenes o menos jóvenes. La vida con un libro (o varios) enredado(s) es mas llevadera.

Y animo a leer este libro con algunas advertencias

1. Tiene mas de 800 páginas (lo cual cuando algo gusta en lugar de ser un problema es una gozada: el libro dura, y dura y dura)


2. Tiene pasajes de discusiones teológicas o exixtenciales entre Darwin y Fitz Roy que se pueden hacer cargantes (los saltas y ...)

3. Hay que saber mínimamente quien fue Darwin, qué signicó su vida y obra (nos llega hasta ahora, veáse los creacionistas)

Dicho lo cual, es un libro admirable: escrito por Harry Thompson , quien se lo ha currado, es novela histórica pero ha buscado, para nuvolar sin faltar a los hechos conocidos (lo explica al final de la obra muy bien)

Yo tenía una idea de Darwin bastante fósil: sus cartas, sus biografías, su viaje iniciático, hablaban mas del hombre recluido y enfermo, que de este vigoroso joven sobreviviendo en condiciones inimaginables esta travesía: subiendo cordilleras, y observándolo todo con una capacidad increíble; recogiendo materiales: hace poco falleció en Australia la última de las tortugas (o galápagos) que se trajo hasta Inglaterra.

Y por encima y debajo de todo: nosotros mismos, la capacidad de lucha, de esfuerzo de unas gentes que nos precedieron y que tuvieron su tiempo. Gracias Darwin, pero, sin dudas, gracias capitán FitzRoy: yo también le hubiera seguido en ese viaje. Yo también hubiera votado por usted.


Hacia los confines del mundo
Harry Thopmson
Salamandra, 1º edición Junio de 2007

Harry Thopmson solo escribió esta novela, que además es póstuma, murió en el invierno de 2005, con 45 años, de un cáncer de pulmón (nunca fumó, señalan sus biógrafos) y era muy conocido en Inglaterra por sus guiones humorísticos y otros trabajos. Yo no lo conocí hasta que al escribir esto busqué información sobre el.

Se casó con su novia (no la madre de sus hijos) el mismo día de su fallecimiento, dejó 2 hijos de su anterior compañera.

La novela en inglés tiene un título que le pega a la novela como anillo al dedo. This thing of darkness (Esta cosa de la oscuridad, sería una traducción casi literal, que permite entender la novela una vez leída: el comienzo con el suicidio del capitán anterior del Beagle; y luego los pasajes de demencia (?) de Fitz Roy, y otros tonos de la novela que no es posible trasladar aquí)


La edición americana puso el título que se ha usado para traducir al español, mas comercial, también real, pero no tiene la tripa del otro: dichosa oscuridad, esta oscuridad, no se me ocurren mas traducciones.

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