martes, 24 de abril de 2012
desayunos
la mañana había amanecido perezosa para todo lo que vendría después: era como un anuncio de galletas para madres jóvenes, para padres corresponsables y sobre todo para abuelas dispuestas a continuar en su misión., aquella para la que habían sido concebidas
Era una mañana como cualquier otra mañana jodidamente primaveral, empiezo por aquí, amago por allá, echo unas millas de viento, unas nubes amenazantes o puramente tranquilas: la ciudad estaba en on/off, modo on/off; y allí en el apartamento ese mismo modo andaba en dificultades, parte por la compañía telefónica, parte por el mismo desasosiego
Mire usted, si grande es la confusión mas grande es el temporal, entonces, ante semejante disyuntiva nos agarramos al estilo mas improvisado, dando tiempo al tiempo para que éste mismo nos dé la parte correspondiente. No me queda nada., sacabó, sacaba de acabar, etc, etc
puñetera mañana perezosa, tan lejos del sitio añorado, deseado, solo una mañana perezosa
manzanita aquí dándonos las instrucciones de uso
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