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lunes, 11 de febrero de 2008

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Leí esta noticia días atrás y me dió mucha energía : convivencia lo llamo y me alegra que fueran españoles, que no hacían ascos ni a los niños -les tocaban la cabecita y supongo que les darían alguna moneda, como se hace con los niños, los buenos padrinos-, ni a la comida y encima hacían fiestas; y luego escaparon como verdaderos compatriotas; de noche y a hurtadillas, pero sin dejar dolor o sangre (y eso que a malas somos mas malas quel veneno)

a quién votarían estos tipos? A qué partido pertenecerían? Qué opinarían del canon digital, la inmigración -o es la emigración?- del futuro puro, o del presente

José Monge Cruz
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el árbol
José Monge Cruz
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14000 soldados españoles del ejercito napoleónico dejaron una huella imborrable en Dinamarca



Una exposición en el museo de Holbæk, al norte de Copenhague, revive desde ayer la huella dejada hace 200 años por los 14.000 soldados españoles enviados a Dinamarca con las tropas de Napoleón y cuyo paso ha originado mitos recogidos en la literatura y que han sobrevivido en la memoria colectiva. '

«Desde mi infancia he escuchado un sinfín de anécdotas sobre los soldados españoles, que causaron gran impacto en la población, ya que resultaron muy exóticos. De ahí nacieron muchos mitos, como que todos los daneses de ojos marrones descienden de ellos», relató Henning Petersen, coordinador del proyecto.

Al mando del marqués de La Romana, la División del Norte llegó a Dinamarca en marzo de 1808, para unirse a un destacamento franco-belga de tamaño similar, con el objetivo de permanecer allí hasta una hipotética invasión de Suecia, que nunca se llevó a cabo.

Enterados de la revuelta contra José Bonaparte, el grueso del regimiento español logró con una argucia huir de Dinamarca apenas seis meses después gracias a la ayuda de la Marina inglesa. Su repentina desaparición «nunca fue entendida» por la historia oficial danesa, que los consideró unos traidores, una imagen muy distinta de la que dejaron en el imaginario popular en la isla de Fionia, el este de Jutlandia y el oeste de Selandia, donde su huella fue imborrable.


«Nunca combatieron, sólo estuvieron estacionados, fueron los primeros soldados extranjeros que no arrasaron el país. Vivían entre la gente, se comportaban de forma familiar, aceptaban sin remilgos la comida local, no como franceses y belgas; jugaban con los niños, tocaban la guitarra y hacían fiestas», resumió Petersen.

La impresión que causaron en los pueblos daneses fue considerable, pese a los problemas de comunicación, y también en el campo de las costumbres. De ellos aprendieron a fumar tabaco liado, aliñar ensalada y usar ajo en las comidas, y de su idioma tomaron la palabra 'spanjoler', que al igual que la más culta 'spanier', significa 'español' en danés, aunque en el primer caso está dotada de un componente simbólico, unido a la pasión y el gusto por la música de los europeos del sur.

(la noticia está tomada de lo que publicaron los periódicos y el internete, pero básicamente copié de El País y Público (que es quien mejón la daba)
para ampliar si vols pica en

proyecto

museo

2 comentarios:

juanlu dijo...

no comentar pues

Dashiell dijo...

Gracias por la entrada, fue una noticia impactante, es bueno rescatar estas cosas.